Nicolás Mezquida: Las ganas de querer llegar, y el sacrificio de una familia para apoyarlo

Nicolás Mezquida Sero, nació en Puntas de Arroyo Negro, un pueblo alejado de la Ciudad de Paysandú, en donde viven unas 75 personas. EL juvenil futbolista uruguayo que hoy juega en la MLS, pasó por Peñarol, selecciones juveniles y otros equipos. Con 23 años, nos cuenta su actualidad, experiencia de vida y recuerda el enorme sacrificio de su padre para que él pueda cumplir el sueño de jugar al fútbol. Escribimos esta nota, ya que es uno de tantos jugadores de nuestro País, que silenciosamente trabajan para lograr objetivos. No solo la meta está en querer, sino que tanto en el fútbol amateur, como en el profesionalismo y en la vida, el sacrificio es lo que siempre te lleva a conseguir las cosas. Una historia que puede estar reflejada en muchos que buscan alcanzar los sueños. Todoliga Portal sale del fútbol universitario por un momento, para compartir una buena historia que a muchos les servirá para conocer más, el entorno del fútbol.

Por/
Daniel López Ramos

Si bien no jugó en la Liga Universitaria, ni tiene conexión con ella, es un ejemplo de vida que queremos compartir con ustedes. Son esas historias que no se saben, que deben haber muchas, y que queremos disfrutarla con nuestros lectores. Queremos resaltar en esta nota, que lo importante es conocer el esfuerzo, la convicción y el sacrificio del jugador y su familia, para cristalizar un sueño. Nosotros nos sentimos muy identificados con el luchar para alcanzar las metas, y en el camino, el sacrificio que hay que hacer para lograrlo.

Disfrutamos de estas notas y por eso compartimos lo que el propio jugador nos cuenta de su vida.

Nicolás Mezquida nació en puntas de arroyo negro, un pueblo de 75 personas alejado de la ciudad de Paysandu. Jugar al futbol ahí, era solo en la escuela, en el recreo con los compañeros de clase, (que eran 20), y en la tarde era jugar con el hermano y su padre.
Nico, tenía que esperar a su papa que llegara del trabajo, para compartir un poco de fútbol con él, y entonces… era cosa de niño… soñar llegar a ser profesional un día.

Al vivir en un pueblo tan aislado, las dificultades que había para lograr esto eran muchas; cómo empezar?, en dónde?…; si no había Baby fútbol cerca. Nico nos dice, que lo único que tenían era la de todos los días: “jugar con mi hermano a pegarle a las vacas para ver quien le pegaba mejor a la pelota, y así siempre… teníamos ganados, gallinas y cerdos porque era el segundo trabajo de la familia tener una granja”

ESTARÁ AGREDECIDO DE POR VIDA A SU PADRE

En la vida profesional de Nicolás Mezquida tuvo que ver mucho su Padre. Nicolás nos cuenta es sacrificio de su padre, para que él pueda jugar en un club de Baby Fútbol y comenzar su sueño.
El padre de Nicolás, consiguió un equipo en Paysandu para competir en Baby Fútbol los fines de semana. Además, entre semana hacia un esfuerzo importante, ya que salía un día antes de trabajar para llevarlo a Nicolás a Paysandú a jugar al fútbol. Era casi una hora de viaje, en la tarde, una vez a la semana para entrenar, y los domingos para jugar.

NICOLÁS ENTRA AL MUNDO DEL FÚTBOL

Así fue, como entra en el mundo del fútbol. Recién a los 10 años.
A los 13 años, en el 2005, ya con Paysandú F.C en primera división, Nicolás logra comenzar a jugar en séptima. Un buen día, le toca jugar ante Peñarol, y es ahí que los carboneros se interesan en él.
Al año siguiente, con 14 años de edad, Nicolás Mezquida se va a la capital, lo que significó el cambio a la gran ciudad, todo diferente a lo que estaba acostumbrado. Nico nos cuenta que: “desde jugar con las vacas de mi padre, e ir a Montevideo, y ponerme la camiseta de Peñarol, ya eso era un logro muy grande.. y ni imaginan la alegría de mi padre!!!”

POR UN HIJO LO QUE SEA

Cuando Nicolás comienza en Montevideo, el papa dejó de hacer una hora de viaje para ir a verlo a Paysandú, para pasar a hacer 5 horas. Nicolás nos cuenta que su padre no se perdió ni un partido.
“Pero no fue todo fácil, no era que fui a Montevideo con todo, tuvimos que alquilar un apartamento con otro compañero, y la parte económica no era sencilla. Mi padre tuvo que hacer esfuerzo extra para yo poder hacer lo que siempre había soñado”… “agradecido estoy a mi familia por el apoyo que siempre tuve, fue que dentro de toda dificultad nunca me lo hicieron sentir en mis hombros” …”yo siempre disfrute en cada momento, aunque no sabía de muchas cosas y esfuerzo que hacían por mí”…”Pero lo que sí sé, es que mi padre es feliz al verme jugar; se le nota en la cara, es totalmente feliz, y eso me hace ser feliz a mí!!” nos contó Nicolás.

SELECCIONES JUVENILES

Para Nicolás Mezquida llega la oportunidad de las selecciones nacionales a nivel juvenil. Primero la sub 15 con Fabian coito, en Porto Alegre, en donde logró ser el goleador del campeonato. Después vino el sudamericano sub 17, en Iquique – Chile, en donde su padre lo acompañó haciendo todo el trayecto en auto. Nicolás nos mencionó que siempre donde va, gracias al fútbol , intenta que su padre esté presente. Agrega que es como darle un regalo por todo lo que hizo por él. Es más, lo hizo viajar por primera vez en avión, cuando viajó a Alemania, al Shalke 04.

NORUEGA Y LO INTERNACIONAL

Luego llegó el año 2011… Nicolás tenía 19 años, y le tocó ir a préstamo a Noruega, en también le consigo, por el club, un pasaje a su papa, ya que uno de los deseos de él era verlo jugar en el exterior.
Llegó el día del debut en Noruega. Estadio lleno contra el Rosenborg; el clásico! Su padre estaba ahí, y vino un gran abrazo que se dieron al terminar el partido. “Nunca me olvidaré; fue como cumplir un sueño después de luchar tanto, le di tantas veces las gracias nuevamente, por lo que se sacrificó por mí. No podía responderme de la emoción, y después me dijo que no lo podía creer. Le vino a la mente verme hace unos años atrás, de estar jugando al fútbol con las vacas y la chancha lulu, que era una chancha que teníamos de mascota”, nos mencionó Nicolás.

LA VUELTA A URUGUAY

Pasó un par de años, y Mezquida vuelve a Uruguay. Le toca ir a Fénix y luego, por un tema personal a Rampla. Ahí vuelve la realidad de nuevo, y la lucha del fútbol uruguayo de cada día. Primero seis meses sin problemas, sin dramas ya que estaba el gusto por jugar. Había que pagar alquiler y la vida! Nicolás nos cuenta que con el tiempo, pasó cinco meses sin cobrar, y llegó al punto de ir a pedirle trabajo a un amigo, para poder pagar el alquiler y las cuentas.

Pero más allá de las dificultades, había que jugar los fines de semana, y no quedaba otra que dar lo máximo para que pudiera tener otra chance de emigrar. Así fue, que sábado tras sábado, dejó la vida. Y aunque los días de semanas se sufrían, gracias a ese rendimiento que obtuvo en cada partido, los Whitecaps de la MLS se interesó en él.
Ahora, a Nicolás Mezquida le toca estar en un lugar privilegiado; una liga que está creciendo mucho y respetado por sus colegas y entorno.

Próximamente estaremos charlando en Océano FM 93.9, en Weekend Deportivo con él.